jueves, 5 de marzo de 2009

Rascón Banda Inmortalizado

En un esfuerzo tripartito entre la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Instituto Chihuahuense de la Cultura y la editorial Libros de Godot, se dio a conocer el primer tomo de la Colección Rascón Banda que intenta inmortalizar la dramaturgia del maestro.

En el marco de la XXX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Rocío Galicia (Licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la UNAM), Enrique Mijares (Director de la colección) y Gonzalo García (Fondo Estatal para la Cultura
y las Artes de Chihuahua) presentaron el primer tomo de la antología. Entre cada intervención, Josué Dante (Cantautor y Psicólogo Clínico) interpretó las canciones favoritas del maestro: Triste recuerdo y Caballo Viejo.

Víctor Hugo Rascón Banda, originario de Uruáchic (sierra de Chihuahua) nació en 1948 y murió el 31 de Julio del 2008. En plena etapa creativa, su último proyecto consistía en una obra que hablara sobre una niña rarámuri que, al encontrar una cueva e ingresar en ella, gritaba en su lengua para que prevaleciera.

La obra del escritor refleja al hombre tal cual se presenta ante la realidad. Se ha catalogado su obra con muchos adjetivos: teatro documental, teatro crítico, teatro de reflejo o teatro periodístico. Pero si bien es cierto, sus textos están sacados de la palpitante realidad del presente.

El maestro solía decir que no inventaba nada, sino que tan sólo era un medio. “Yo quisiera que mis textos no envejecieran, que mis obras sean vigentes, que no mueran. Porque uno lucha para que sus obras lleguen al escenario. Las obras tienen que ir por el mundo publicadas para que se vuelvan a leer y se monten”, este era el deseo de Rascón Banda.

Al final de la conferencia, un audio con la voz del maestro, probablemente el último vestigio de su grandilocuencia, leyó Volver a Santa Rosa, la obra más intima del artista que cuenta los momentos decisivos de su niñez para convertirse en escritor de teatro. Mientras las palabras fluían por el sonido local de la antigua capilla, el pódium sonreía, alzaba y bajaba el semblante; otros sólo meditaban.

MTR

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