martes, 7 de abril de 2009

CL 9. Diseño del libro

Ya hemos repasado a casi todos los protagonistas del ciclo del libro. En esta dramaturgia no hay coestelares, todas las labores son igual de importantes y necesarias.

Es turno de hablar del diseñador. Su trabajo consiste en presentar y pulir la presentación final del libro mediante la revisión y la realización del tipo y tamaño de letra, el tamaño de las páginas, el tipo de papel, la medida de los márgenes, el interlineado, la relación entre ilustraciones y tablas, la clase de encuadernación, la apariencia de la cubierta; es decir, toda la tipografía final del cuaderno.

La apuesta del diseñador tiene que corresponder al contenido que el libro plasme en sus hojas. La temática del libro debe de corresponder con precisión al diseño que éste contenga; es decir, para esta relación igualitaria, el diseñador tuvo que haber leído el libro.

El público, por lo general, compra un libro desconocido de sus gustos por el trabajo de diseño que éste tiene implícito. Es importante que el diseñador lo tome en cuenta con base, también, en el presupuesto que la editorial le asigna.

Además, el diseño está pensado y dirigido hacia el público que será quien invierta en el libro. Si es un libro fotográfico o de matemáticas, el diseñador está obligado a presentar el contenido con base en las herramientas que maneja.

El diseñador hace un trabajo que no le pide nada a las obras artísticas. Su oficio es tan importante para la industria editorial por posicionar mercados y ventas. Una primera impresión es efectiva para amarrar al cliente adicto a los libros.

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