sábado, 7 de agosto de 2010

Psicología y criminología, disciplinas muy nuevas en México

Las políticas de orden y el progreso que proclamaba Porfirio Díaz durante su mandato apoyado por las élites de ricos, políticos e intelectuales ocasionaron problemas discriminativos, sexistas y clasistas en México.

Bajo este contexto, Germán Álvarez Díaz de León, académico de la facultad de Psicología de la UNAM, desentrañó la historia de la psicología y la criminología en el país en el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Los primeros estudios sobre estas disciplinas provenían de la influencia francesa que envolvía a la nación, explica Álvarez. El libro Fisiología del crimen, editado en 1885 y escrito por R. de Zayas Enríquez intentaba explicar quién decidía los dictámenes de los enfermos mentales.

En esta misma línea, Francisco Martínez publica Estudios de Antropología Criminal en donde mide los cráneos de los presos poblanos para diagnosticar los rasgos innatos que los hace incidir al crimen.

En esta idea de la modernidad sin rigor del general Díaz, la psicología y la criminología eran términos que se aplicaban sin rigor. La prensa utilizaba como sinónimo a la psicología para definir la represión a la libertad de expresión y los 3 hospitales de enfermos mentales que existían estaban en constante descomposición como La Castañeda.

Sin embargo, “las cárceles en México nunca han tenido las condiciones para almacenar a los prisioneros. En el pasado estaban recluidos en el mismo lugar niños, hombres y mujeres”, aclaró el conferenciante.

En 1920, cuando se van conformando las instituciones legales de México, se regularizan las situaciones en clínicas mentales y cárceles. En 1926 se crea un tribunal para menores y en 1928 aparece el primer tutelar para señoritas, ejemplificó el profesor de psicología.

A pesar de las especializaciones se sigue sin tomar en cuenta la metodología y la técnica para determinar el grado de peligrosidad de las personas. “Los psicólogos hacemos peritaje, no investigamos pruebas de ADN o de grafología como en las series CSI. La criminología es un tema complejo que no se debe de psicoanalizar ya que conllevaría al fracaso; además, se deben de regularizar por medio de la ley los cursos que se ofrecen ya que su contenido es fraude”, concluyó Álvarez Díaz de León.

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