sábado, 7 de agosto de 2010

El libro en blanco

Si Dios dotó al hombre de vida, el Diablo le dio curiosidad. Después de ser expulsada del Paraíso, la luz más bella de toda la existencia fue obligada a irradiar sobre la Tierra, reciente creación del Único. Cuán feliz no fue Luzbel al enterarse de que en sus nuevos dominios rondaría la última manufactura de su Creador: dos carnes hechas a imagen y semejanza del que sería el próximo Rey del Universo y de los Hombres Justos.

El Diablo, en secreto, volvió a retar a Dios y decidió vengarse. Entonces, iluminó a los dos humanos; y de pronto, Eva quiso saber qué sabor tienen las manzanas…y Adán también.

Todo parecía marchar al ritmo que Belcebú quería. Cuando el hombre fue desterrado de la misma forma que Él, supo que su plan se desarrollaría a largo plazo. Con su infinita desgracia, trataría de someter a la raza humana.

Al principio hizo posible que se unieran, se entendieran y construyeran una atalaya con el fin de volver a encontrarse con su Padre en el lugar donde nacen los destinos; sin embargo, una vez más la Ira Divina fustigó al hombre y lo condenó a recorrer el mundo, a desconocer la lengua única con la que se comunicaban y a olvidar que alguna vez quisieron superar a la Gloria Bienaventurada.

Cuando los hombres aprendieron nuevamente a ser sedentarios, Lucifer se deshizo en cuantas partes pudo para prolongar su luz a la raza humana. De este modo, los griegos dominaron el fuego gracias a Prometeo; los sumerios y los asirios alcanzaron la locura y el delirio por el genio de Pazuzu; los chinos tomaban sus decisiones según el mandato de los Queis (sus genios malévolos); de igual forma, los hindúes sólo hacían caso a sus Rachaderíos y los japoneses temblaban ante la figura y el poder de Dai-Itoku.

Conforme el tiempo corría, los hombres se arrebataban la tierra de todos y, por consejo del Mesías Condenado, se convencían de que la sabiduría era el máximo poder en vida. De este modo, los de corazón inmaculado vendían sus almas a Mefistófeles con el fin de conocer la Única Verdad.

Muy pronto, el conocimiento pasó a ser una necesidad básica y las ideas que explicaban los fenómenos incomprensibles se inmortalizaron y rindieron homenaje al ego de la humanidad. La Biblioteca de Alejandría y la Enciclopedia de los naturalistas son antologías que Satán brindó a sus enemigos.

Sorprendentemente, el plan del Príncipe de los Demonios parecía haber llegado a su fin. Los hombres repetían por instinto todas sus enseñanzas arquetípicas y la Eterna Duda los separaba cada vez más de la Infinita Misericordia.

De ahora en adelante, el Maestro del Conocimiento descansaría en su trono y disfrutaría los alcances de su poder. Para tal fin, creó una serie de libros con páginas en blanco para que sus alumnos más avezados escribieran en ellos. Así, los cronistas describieron su triste mundo, los literatos narraron el sufrimiento de las almas y los filósofos anotaban sus feroces dudas sobre el Bien y el Mal.

Un día, Satanás se sorprendió de lo que veía en sus libros. De alguna forma, los hombres empezaban a rebelarse y utilizaban el conocimiento que habían reunido y aprendido de Él para ser felices por ellos mismos. Gradualmente, todas las páginas falseaban los conceptos escolásticos y negaban la existencia de Dios.

El Líder de la Rebelión de los Ángeles convocó a todas sus legiones para dar el golpe definitivo que culminaría en la instauración de su Imperio. Cuando se disponía a atacar, no supo a quién o cómo hacerlo: los hombres, que estaban reinventando al mundo con base en sus sueños, lo ignoraban y las obras del Divino Verbo ya eran sombras.

Si los hombres ya no lo necesitaban y las creaciones de Dios estaban desapareciendo, ¿cuál sería el destino del Pobre Diablo? Destemplado, oró para que el hombre renunciara a la apostasía y para que su Dualidad volviera a materializarse.

Desde entonces, Luzbel continúa orando para dejar de ser Dicha y Desdicha; aunque hoy, el mundo ya no conoce ningún Fundamentalismo, según demuestran los cuadernos impolutos que Él, en algún tiempo, regaló a sus enemigos.

Historia, disciplina indispensable para entender las festividades de los centenarios

En el año de los centenarios de la gresca independentista y de la revolución, los interesados en la historia tienen que acercarse a los libros de divulgación y a las revistas; no para criticar los procesos, sino para comprenderlos.

Para entender el caos del presente está la historia. Esta disciplina ayuda a los curiosos a entender las circunstancias actuales; sin embargo, no da recetas aplicables. Eso es tarea de la historia natural pero la historia humana no se guía por leyes, según Othón Nava, historiador por el Instituto Mora.

En el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, también se presentaron Miguel Hernández y Arno Burkholder, catedráticos de la misma institución.

Para Burkholder, la historia difundida se divide en cuatro clasificaciones. “La primera abarca todas las historias que de niños nos contaron los adultos y abuelos”. Mientras que, la segunda categoría corresponde a la historia de bronce. Este tipo de narrativa es necesaria para el estado con la finalidad de legitimarse; es decir, para autoproclamarse heredero y merecedor del gobierno.

Consecuentemente, le sigue aquélla que critica a todas las figuras históricas. “Es morbosa y deleitosa; sus autores creen que manejan la verdad para descabezar a los títeres históricos”, continuó el historiador. Y por último, se encuentra la historia científica, la que responde, modestamente, con rigor al cómo y al por qué del presente.

Por su parte, Miguel Hernández recomendó a los asistentes de la charla leer historia científica. “Esta materia trata de encontrar los claroscuros de los acontecimientos del pasado; siempre quedan dudas para responder”. También invitó a acercarse a la novela histórica como Noticias del imperio, de Fernando del Paso, o al Seductor de la patria, de Enrique Serna.

Al finalizar, Hernández crítico a los programas televisivos y a las publicaciones que carecen de profesionalidad historiográfica. “La revista Proceso, en sus suplementos sobre el Bicentenario, llamó a especialistas en el tema; pero al final, alteró los textos y los cabeceó de forma llamativa para hacerlos atractivos y vendibles”, denunció.

Erudito autodidacta, homenaje a Jean Genet

Para Federico Campbell, Jean Genet es el mayor fenómeno francés que ha visto el mundo debido a su inteligencia nata sin haber pisado nunca una universidad. Y es que, a 100 años del nacimiento del escritor de Nuestra señora de las flores, la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería le rinde un merecido homenaje.

En el acto también se presentó Fernando Macotela, director la FILPM, quien introdujo al escritor tijuanense. “Tengo la fortuna de conocerlo desde la facultad. Y aunque la obra de Genet no sea su especialidad, el maestro nos ha preparado algo”.

Campbell mencionó los aspectos más importantes de la biografía del también dramaturgo. Dijo que era un sagrado cuestionador de las costumbres de los primeros años del siglo XX.

“Su madre era una prostituta, y desde temprana edad, conoció el inframundo parisino. El hampa lo corrompió; vivía de limosnas y era prostituto de homosexuales. Conoció muchos tutelares y en 1947 fue sentenciado a cadena perpetua por acumulación de sus crímenes. Sin embargo, un año después diversos intelectuales, entre ellos Jean Paul Sartre, lograron sacarlo de prisión”.

El escritor tijuanense reafirmó su desconocimiento sobre ciertos aspectos de Genet, pero comentó emocionado su obra Diario de un ladrón, que se desarrolla en el barrio chino de Barcelona. En ella, mencionó, el autor define su estilo al tomar partido siempre por los odiados socialmente. Además, agregó, su prosa es un reflejo terrenal y posee una narrativa fluida.

“Su patria, la chusma; y él era su portavoz”, mencionó Campbell citando a Juan Goytisolo. Por último, lamentó que las editoriales mexicanas ya no editaran los textos de Genet, pero recordándolo hacemos un homenaje a su memoria, concluyó.

Psicología y criminología, disciplinas muy nuevas en México

Las políticas de orden y el progreso que proclamaba Porfirio Díaz durante su mandato apoyado por las élites de ricos, políticos e intelectuales ocasionaron problemas discriminativos, sexistas y clasistas en México.

Bajo este contexto, Germán Álvarez Díaz de León, académico de la facultad de Psicología de la UNAM, desentrañó la historia de la psicología y la criminología en el país en el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Los primeros estudios sobre estas disciplinas provenían de la influencia francesa que envolvía a la nación, explica Álvarez. El libro Fisiología del crimen, editado en 1885 y escrito por R. de Zayas Enríquez intentaba explicar quién decidía los dictámenes de los enfermos mentales.

En esta misma línea, Francisco Martínez publica Estudios de Antropología Criminal en donde mide los cráneos de los presos poblanos para diagnosticar los rasgos innatos que los hace incidir al crimen.

En esta idea de la modernidad sin rigor del general Díaz, la psicología y la criminología eran términos que se aplicaban sin rigor. La prensa utilizaba como sinónimo a la psicología para definir la represión a la libertad de expresión y los 3 hospitales de enfermos mentales que existían estaban en constante descomposición como La Castañeda.

Sin embargo, “las cárceles en México nunca han tenido las condiciones para almacenar a los prisioneros. En el pasado estaban recluidos en el mismo lugar niños, hombres y mujeres”, aclaró el conferenciante.

En 1920, cuando se van conformando las instituciones legales de México, se regularizan las situaciones en clínicas mentales y cárceles. En 1926 se crea un tribunal para menores y en 1928 aparece el primer tutelar para señoritas, ejemplificó el profesor de psicología.

A pesar de las especializaciones se sigue sin tomar en cuenta la metodología y la técnica para determinar el grado de peligrosidad de las personas. “Los psicólogos hacemos peritaje, no investigamos pruebas de ADN o de grafología como en las series CSI. La criminología es un tema complejo que no se debe de psicoanalizar ya que conllevaría al fracaso; además, se deben de regularizar por medio de la ley los cursos que se ofrecen ya que su contenido es fraude”, concluyó Álvarez Díaz de León.

Homenajean entre amigos a José Dinayuga

En compañía de sus comadres, José Dinayuga recibió un homenaje anticipado por sus 50 años de vida y por una carrera altamente productiva en los campos de la dramaturgia y la novela.

Sergio Téllez-Pon, coordinador literario de Editorial Quimera, reunió a dos amigos de Dinayuga para reconocer su talento literario: Luis Zapata, autor del Vampiro de la colonia Roma, y José Joaquín Blanco, escritor y crítico literario.

Zapata se declaró fanático de la obra del homenajeado. Dijo que sentía envidia por los personajes que el festejado ha desarrollado y enfatizó su aprecio mutuo que se incrementó cuando hizo el guión fílmico de Afectuosamente su comadre. “Su estilo calca el habla coloquial pero lo lleva a la perfección. Maneja temas difíciles pero con ingenio como el secuestro, el incesto y el crimen”.

Por su parte, José Joaquín Blanco hizo un repaso de las obras que, a su parecer, son las más significativas del literato: Bye, Bye Acapulco y Hoteles de Puebla. “Su dramaturgia se acerca más al viejo teatro moral; más que retratos de la realidad maneja cuentos crueles, fábulas satíricas en personajes inmemorables que al final remedian sus problemas con una solución ácida para dar risa al lector”.

Asimismo, Dinayuga afirmó que en la práctica adquirió la disciplina que demanda la escritura. Señaló que en todo este tiempo de carrera aprendió que “los escritores no viven de lo que venden. La ventaja de escribir libros es que te abren las puertas, te caen chambas y amigos”, concluyó.

El coordinador literario de Quimera Ediciones recalcó el honor de haberle publicado dos libros a Dinayuga que son: Afectuosamente su comadre, primera obra del autor, y Triple función, antología que reúne a los escritores reunidos en el homenaje.

Para finalizar, el grupo Movimiento sexy interpretó “Me duele que te vayas”, obra contenida en Hoteles de Puebla.

Microficción, un sinfín de historias en la FILPM

La revista Asfáltica reunió a sus mejores exponentes de microcuento del 2009, género literario así definido por Lauro Zavala, en el marco de la XXXI Feria Internacional del Palacio de Minería.

Con el auditorio Rafael Ximeno y Planes repleto, 12 jóvenes escritores hicieron gala de su estilo en no más de 400 palabras, según dictaminan las reglas no establecidas del género. En dos rondas y algunos cuentos de más, los autores ofrecieron al público una gran variedad de ficciones que algunas veces sorprendían por su brevedad y otras por su concreción.

Los temas fueron diversos. Sus párrafos describían una mirada, un chispazo de fuego, un versículo bíblico, el reflejo del espejo, un orgasmo o un eyaculador precoz. Algunas historias eran sólo una frase como ésta: “En el metro, leyó puto el que lo lea. Preocupado, no supo cómo se lo explicaría a su familia”. O el manifiesto del vegetariano que dice “No maten animales, exploten campesinos”.

También se presentó una obra teatral que corresponde a las características de la microficción. Pareja con tenedor, del dramaturgo español Jesús Campos García, fue representada por Norma Muñoz y Roberto Bamano. Éste último comentó que si el cuento breve es precoz, el teatro es un orgasmo.

Al finalizar el acto, la escritora Svetlana Garza, en entrevista, comentó que la abstracción entre la poesía y la minificción en sus creaciones está inspirada en los poemínimos de Efraín Huerta. “La capacidad de abstracción corresponde, a lo que decía Cortázar, a dar el putazo. Tienes que ser muy breve, adivinar el imaginario colectivo, las referencias que todos tienen y pegarle a eso”, concluyó.