Joel Ortega Juárez se define a sí mismo como el proscrito del poder, de la mafia cultural y de la partidocracia. Nació en 1946 en la Ciudad de México, procede del antiguo territorio del Tigre de Santa Julia, hoy colonia Anáhuac. La experiencia y participación del maestro en movimientos políticos y sociales lo hacen ser la pieza que pone en jaque a la izquierda conservadora.
Los artículos del autor de El último decenio de la era priista (IPN, 2000) y La caída de la hoz y el martillo (Edamex, 1994), han sido reproducidos en cuatro diarios nacionales y uno extranjero. Trabajó en Excélsior de 1989 a 1991 y actualmente escribe en Milenio Diario; sin embargo, su trabajo periodístico ha sido mellado en algunas ocasiones. “En la Jornada trabajé de 1991 a 1996, de ahí fui ‘corrido’. Del 95 al 98, en el periódico el País, fui articulista de la sección México hasta que dejó de salir y de la Crónica me fui por sentirme incómodo por (Carlos) Salinas”.
El reto de la hoja en blanco
En cada colaboración, el articulista trata de no repetir lo que los demás ya han dicho, y para lograrlo, está suscrito a los diarios de mayor circulación. “Tengo que estar atento a lo que surge, trato de estar al día en novedades de libros, política, el país y el mundo”.
Mientras hojea la Jornada y habla sobre la jerarquización de los temas, Ortega Juárez localiza una cabeza que dice “La ultraderecha mexicana, un retrato de familia” firmada por Jorge Carrillo Olea, ex-gobernador de Morelos vinculado con el narcotráfico y jefe de ayudantes del Estado Mayor de Luis Echeverría. “Que (Jorge Carrillo Olea) escriba en la Jornada es una vergüenza y que además se de el lujo de hablar sobre la ultraderecha…la cabeza y quien escribe es suficiente para escribir un artículo”.
El otro camino. Cuarenta y cinco años de trinchera en trinchera
¿Cómo se implantó la partidocracia si el país venía de ser gobernado por un partido único?
JOJ: Hubo una perversión de los movimientos sociales que han permitido las grandes transformaciones que ha habido en el país desde el movimiento ferrocarrilero del 58. Esos movimientos, desgraciadamente, fueron sustituidos por élites políticas, intelectuales y económicas que están adueñadas de los partidos, de los medios y de las universidades también. En lugar de que la alternancia se convirtiera en una transición verdadera, nació la partidocracia.
Lo más lamentable, dice el entrevistado, es que los tres principales partidos políticos del país (PRI, PAN, PRD) reparten el monopolio que antes explotaba en Partido Revolucionario Institucional. “El colmo, son las mismas gentes siempre. Los que eran miembros del PRD ahora son panistas, hay más priistas en el PRD que en el PRI”.
Izquierda y oposición
¿De qué manera se puede luchar contra la partidocracia si la oposición está dividida y la izquierda representada en las cámaras no es clara?
En el 2000, usted dijo que la izquierda de Cárdenas era medieval; sin embargo, también mencionó que el apoyo a Vicente Fox era la única opción de salvar a la izquierda…
Andrés Manuel López Obrador y su gobierno legítimo ¿son parte de la oposición?
JOJ: ¡No, menos! En toda la historia del mundo donde han ocurrido movimientos políticos y sociales, desde la primera rebelión de esclavos romanos organizada por Espartaco hasta los movimientos de Zapata, Hidalgo, Villa, el Che o Guerrero, a ninguno, ni en sueños, se le hubiera ocurrido ponerse un “sueldo legítimo”. AMLO dice públicamente que tiene un salario de 50 o 60 mil pesos como presidente legítimo y se dice modesto. ¿Quién le da ese salario? Andrés Manuel es una farsa, no tiene ninguna seriedad. Es un hombre que viene del PRI y ha estado en el poder toda su vida. A los líderes nunca se les ocurrió denominarse un salario, ese es el “delirio mexicano”.
¿México está preparado para un movimiento de oposición?
JOJ: De toda la vida. La sociedad tiene la capacidad de hacer y tener cambios, siempre. En todo el mundo y en cualquier época, las sociedades se desarrollan con distintas normas, hay avances y retrocesos, pero la oposición se construye, un “hasta aquí” no existe.
Las elecciones y el resurgimiento del PRI
El país atraviesa por una crisis electoral. Según la Secretaría de Gobernación, el 66% de la gente no cree en comicios limpios y el 52% está insatisfecho con la democracia. A su vez, la Cámara de Diputados señala que el 62% de las personas en edad de votar juzga como poco o nada confiables las próximas elecciones. El 5 de Julio se elegirán a los representantes del poder legislativo, así, es de vital importancia tratar de explorar los intereses populares que, según parece, harán resurgir al PRI de sus cenizas, como el ave fénix.
Según las cifras expuestas ¿Qué podemos esperar de las próximas elecciones que son parte importante del poder político?
¿La abstención o la anulación del voto es una reacción ante el monopolio de la partidocracia?
¿Resurgirá el PRI en los próximos comicios?
Arrepentimiento
En todo este tiempo de experiencias acumuladas ¿hay algo de lo que se arrepienta?